La realidad económica de nuestro país de los últimos 15 a 20 años ha hecho del mercado inmobiliario un infierno. Cada día que pasa la posibilidad de acceder a un hogar propio se vuelve más lejana y esto es algo que el gobierno reconoce pero donde todavía no encara medidas concretas.
El año pasado se anunciaron con bombos y platillos los créditos hipotecarios UVA que permitirían a las generaciones más jóvenes una vía de fácil acceso para ser propietarios. Sin embargo un informe elaborado por nosotros mostró como los requisitos para solicitar el crédito eran excluyente y las líneas de crédito no habilitaban a la compra de propiedades en lugares de la capital mejor conectadas. No solo menos personas podían ser favorecidas, aquellas personas que si lo eran solo podrían comprar propiedades en los márgenes de la Ciudad de Buenos Aires.
De esta forma la mayoría de los porteños, jóvenes y no tan jóvenes, solo pueden acceder a una vivienda a partir de alquilar a terceros. Alquileres que durante los últimos años sufren fluctuaciones gravísimas, donde el inquilino no tiene mayores garantías ante el propietario y el agente inmobiliario.
La vivienda no es solo el lugar de descanso. En un punto crucial para articular la vida. Pensándolo en un plano más amplio ¿Qué es un barrio? Es un conjunto de viviendas cercanas, que comparten problemas, experiencias y una comunidad. Parte de nuestra idiosincrasia pasa por donde residimos. Poder elegir un barrio, una residencia de acuerdo a nuestra idiosincrasia, que queremos y que podemos desear es fundamental. Poder elegir una propiedad no solo por su valor sino por su cercanía a algún punto (como centros de educativos, de salud o trabajo) resulta fundamental.
Entonces, el panorama es el siguiente: cada vez hay más personas que como no pueden comprar una vivienda se ven obligadas a alquilar. Y alquilan en una situación de clara desventaja ante aquellos que si son propietarios. Es en este contexto donde ocurren cosas que pueden tener un desenlace favorable. Actualmente se está discutiendo un proyecto que busca crear una situación de mayor equidad entre propietarios e inquilinos.
Entre las modificaciones al régimen actual se presentan la posibilidad de mostrar como garantía otros documentos como recibos de sueldo, avales bancarios y seguros de caución. También ata las actualizaciones semestrales de los precios a la inflación previendo desfasajes. Prevé que los costos asociados al operador inmobiliario no lo absorba el inquilino, sino que lo absorba el propietario.
En este contexto de crisis de vivienda es importante echar luz sobre las acciones acertadas. Espero mucho de este proyecto de ley y creo que es un paso en el camino correcto. Sin embargo creo que precisamos más políticas orientadas a crear cada vez más nuevos propietarios más jóvenes, para de esta forma garantizar el derecho a una vivienda digna.
