Sobre la regulación de la utilización del lenguaje no binario en los establecimientos educativos de la Ciudad de Buenos Aires.
📍Las “condiciones básicas para la educación a lo largo de toda la vida, la construcción de una ciudadanía responsable y la libre circulación del conocimiento” también hacen referencia a reconocer el lenguaje como una construcción dinámica, sesgada por el mismo sexismo que atraviesa todas las esferas del desarrollo de lxs estudiantes, y poder elaborar
estrategias para combatirlo.
👉Los resultados de los exámenes, preocupación que motivó la regulación del lenguaje no binario, no tienen una relación directa con la utilización de la x, la e o el @ dado que con ese criterio todas las personas que lo implementan deberían demostrar una merma en sus capacidades lecto-comprensivas.
👉Cómo efectivamente “los/as docentes del sistema educativo cumplen un rol fundamental para la efectivización del derecho a la educación y en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje” no podemos entender que las prohibiciones solapadas sean una forma efectiva de transmitir conocimientos -que exceden a la gramática- y que de forma integral deberían reflejar los progresos obtenidos, tanto en forma nacional como internacional, en materia de DDHH y diversidad.
📍Considerando que desde la fundación de la Real Academia Española en 1713 sólo han formado parte de ella once mujeres, podemos entender que las instituciones -aun las referentes del lenguaje- están teñidas del mismo androcentrismo que permea el lenguaje,
por lo cual habilitar alternativas lingüísticas que visibilicen diversidades, es un instrumento necesario.
🤝La construcción de consensos es imprescindible a la hora de garantizar los derechos de muchos miembros de la comunidad educativa que ya implementan el lenguaje no binario en sus aulas, en un intento de reconocer todas las identidades. El debate debe estar presente para escuchar todas las voces de la ciudadanía involucrada en los procesos educativos.