Este 15, 16 y 17 de octubre en el emblemático predio de la Rural se celebra la segunda edición de la ExpoCannabis. La misma está dividida en un espacio presencial con stand de distintas índoles vinculados al cannabis, desde lo medicinal, al cultivo y parafernalia para el uso de cannabis en distintas formas. Y por otro lado un espacio virtual con charla con especialistas nacionales e internacionales sobre los distintos usos y beneficios de la planta de cannabis.
Sin embargo ¿Cuál es la situación real de las personas que utilizan cannabis tanto de manera medicinal como de forma adulta responsable?
En el año 2017 se sanciona la Ley 27.350 o Ley de Cannabis Medicinal, esto nos planteaba un principio de acuerdo político sobre la utilización de cannabis con fines medicinales y garantiza el acceso gratuito a las personas que necesiten utilizar cannabis, sin embargo, en la reglamentación de esta ley solo se habilitó el uso para la Epilepsia Refractaria y solo a través del uso de aceite, que no se producían en Argentina, lo cual dificultaba el acceso.
A fines del año 2020, en la Legislatura Porteña, se sanción la ley que habilita el Autocultivo en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y elimina la restricción de patologías dejándolo en la órbita de los profesionales de la salud, el mismo día el poder ejecutivo nacional, realizo por decreto una nueva reglamentación de la Ley 27.350, que también incorpora el Autocultivo, el Cultivo Solidario y el Cultivo en Red, y también deja en manos de los profesionales de la salud el diagnostico de las patologías que deben ser tratadas por cannabis.
En esta reforma se crea lo que hoy conocemos como el REPROCANN, que es el registro para médicos que pueden inscribir a personas con determinadas patologías habilitando el abastecimiento a través del cultivo de cannabis; Y al mismo tiempo registra a quienes cultivan para sí mismos, para terceros o se abastecen a través de ONG.
Entonces ¿Qué pasa con todos los cultivos o los usos del cannabis que no están registrados en el REPROCANN?
En Argentina el Cannabis sigue siendo considerada una droga por la Ley 23.737 o Ley de Drogas, es decir todas las personas que no cuentan con la autorización para cultivar o utilizar, son enmarcadas en esta ley indistintamente del uso que le les estén dando a la planta de cannabis y son perseguidas por la ley penal, pudiendo quedar detenidas y/o presas.
Al día de hoy son miles las personas que llena las cárceles, con delitos relacionados a la infracción a la ley de drogas, y en su mayoría vinculados con el cannabis, pero si analizamos en profundidad vemos que no son los grandes narcos quienes pueblan las cárceles, sino pibes y pibas de barrios vulnerables que utilizan cannabis y son perseguidos, cultivadores y cultivadoras que cultivaban para uso personal y/o abastecían de medicina a quien lo necesitaba.
Es en este punto donde debemos centrar el debate, mientras tenemos eventos de gran envergadura, leyes que plantean el uso medicinal del cannabis, un proyecto con media sanción en el Senado para la producción industrial de cannabis, que son sin duda avances positivos para la temática y el acceso a los beneficios medicinales que trae consigo la planta de cannabis y al mismo tiempo la industria que la misma genera; al mismo tiempo nuestras cárceles están llenas de personas presas por delitos relacionados al cannabis.
Debemos avanzar en la salud, en la industria, pero principalmente en la construcción de derechos para las personas que utilizan cannabis. Necesitamos un debate claro libre de sesgos morales que lo vicien, debemos trabajar con datos concretos para poder avanzar sobre una normativa que garantice la libertad y los Derechos Humanos de quienes desean utilizar cannabis.