Este fin de semana somos testigos de uno de los eventos públicos más lindos que tiene la Ciudad de Buenos Aires. Este sábado se celebra una nueva edición de la Marcha del Orgullo LGBT de nuestra ciudad. Esta movilización que este año cumple 27 años es un evento insignia de los porteños.
Este tipo de acciones son cruciales para construir una ciudadanía más amplía y participativa. Uno podría preguntarse ¿Para qué sirve la marcha del Orgullo? A priori muchos podrán decir “para nada, como cualquier marcha”. Sin embargo no podrían estar más equivocados. Al margen de las consignas circunstanciales que la marcha del Orgullo puede levantar, la marcha en sí misma tiene un sentido mucho más profundo.
Imaginemos que toda nuestra idiosincrasia es cuestionada. Nuestra esencia más pura, el núcleo más profundo de quien verdaderamente somos constantemente se somete al escarnio público. En última instancia, lo más privado de nuestra vida se vuelve un objeto detestable dentro del debate público. La marcha busca desconstruir y transformar esta realidad.
La Marcha del Orgullo quiere hacer público aquellos que es privado. Nos obliga a preguntarnos acerca de los límites que se nos impone como sociedad y como pueden ser superados. Es un momento de extrema de libertad. La marcha del orgullo se constituye así como un momento clave en la construcción cotidiana de democracia como un espacio de participación horizontal de gran envergadura.
Tenemos que valorar estos espacios. Sobre todo en contextos como el actual donde cada vez aparecen con más fuerzas voces que quieren que este tipo de expresiones desaparezcan o se reduzcan a expresiones testimoniales. La irrupción del Orgullo en el espacio público es fundamental para la construcción de participación ciudadana. No solo acalla estas voces sino que potencia aquellas que buscan la incorporación de nuevos actores al juego político.
Este año, junto a miles de personas, volveré a dar el presente en la marcha y seré parte de esta discusión por la emancipación y la expansión de la frontera política. Quiero que te sumes, que seas parte de enorme debate y que también traigas a alguien. Tenemos que ser cada vez más los que caminemos esta vía de inclusión, debate y participación.