👉La reciente aprobación de la Resolución 260/2022 introdujo la posibilidad legal de comercializar los órganos de propagación vegetal de clase identificada de Cannabis Sativa L.
📍Esta noticia que, en principio, parecería ser un avance para quienes desean cultivar la planta, continúa evidenciando los vestigios prohibicionistas que imperan dentro del debate y las políticas públicas en términos de sustancias. Ante estas incongruencias resulta preciso destacar que la situación de ilegalidad e inseguridad en la que se encuentran miles de personas que acceden al cannabis independientemente de su uso, continúa siendo la misma.
👉Esta novedad nos lleva al callejón sin salida de los derechos conquistados sin perspectiva:
📍Hoy es posible comercializar una semilla que es ilegal portar y que, a menos que se trate de
una de las variedades inscriptas por INASE, continuará siendo ilegal hasta concretarse tal requisito.
📍En la actualidad son muchos los bancos de semillas nacionales que se encuentran desarrollando genéticas estables en la clandestinidad, la poca flexibilidad a la hora de
inscribir una semilla y los altos costos para los mismo dificulta la posibilidad de incorporarse en esta resolución.
📍La vigencia de la ley penal nos pone a los usuarios en incertidumbre constante. Las penas de prisión por cultivo y tenencia de marihuana y semillas siguen siendo las consecuencias de infringir la ley de drogas, y quienes no se encuentren inscriptos en el Reprocann y accedan por las vías legales, luego de comprar legalmente, si son detenidos, se encontraran en infracción de la ley 23.737
👉Esto no solo demuestra la falta de concatenación en las medidas adoptadas por un estado que pretende avanzar más rápido de lo que sus condicionantes le permiten, sino que también expone una vez más la falta del debate de fondo respecto a las sustancias.
‼Seguiremos trabajando para ampliar derechos y para que el debate realmente abarque todas las aristas necesarias, buscando garantizar todos los derechos necesarios.