Hace 11 años se sancionó la Ley de Salud Mental y, al día de la fecha, no hubo una correcta aplicación de la misma.
Pedimos que el Estado tome políticas más activas, enfocándose en las necesidades y cuidados de los derechos de los pacientes, entendiendo la necesidad de instituciones o centros específicos para el tratamiento de estas problemáticas que muchas veces exceden a los profesionales e instituciones que actualmente reciben pacientes.
La Ley de Salud Mental necesita modificaciones, principalmente en su artículo 20; que impide la internación contra la voluntad de los pacientes que llevan a agravar la situación del paciente y su entorno, y muchas veces, incurren en situaciones de violencia, donde median las fuerzas de seguridad que no están capacitadas para abordar este tipo de casos.
Así mismo, creemos que la salud mental tiene que ser abordada de forma integral, sabiendo que las adicciones, las vulnerabilidades sociales, son factores propios de la situación que lamentablemente, se hacen visibles cuando trasciende las clases sociales o se viralizan situaciones particulares.