No debería haber distinciones en el arco político cuando se habla de terrorismo. El rechazo debe ser total y raudo. Sin embargo, en Argentina existen actores que le bajan el precio a este tipo de hechos y sostienen a la población general como un rehén de organizaciones que tienen a la violencia como principal herramienta.
Hace algunos días el Club Andino Piltriquitron (CAP) de El Bolsón sufrió un ataque que convirtió en cenizas la sede social de la entidad. Una vez apagado el incendio se encontraron botes de combustibles y mensajes contra la gobernadora y el intendente. Lo sorprendente es que el gesto mafioso llevaba la firma de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).
¿Cuál es la agenda de esta organización? ¿Qué buscan lograr con estos actos? Generar miedo y terror entre la ciudadanía que se ve desprovista ante las mezquindades que existen entre el gobierno provincial y el nacional.
Lo sorprendente de este episodio ha sido el fuego cruzado entre la gobernadora de Río Negro Arabela Carreras, y el presidente de la Nación con sus discusiones sobre si lo ocurrido constituía o no un acto de terrorismo ¿Qué duda cabe?
Como si no fuera poco, durante el fin de semana el líder de la RAM, Facundo Jones Huala, preso en Chile por ocasionar incendios y por portación ilegal de armas de fuego, reiteró su rechazo a los Estados argentino y chileno y su abierta confrontación contra los mismos.
El hecho sorprende dado que ambas naciones se reconocen como diversas y fruto del amalgamamiento de identidades distintas ¿Cuál es la variable que impide a la RAM encausar sus reclamos por la vía legal e institucional como hacemos los demás ciudadanos de nuestro país?
No por esto es correcto decir que en Argentina no existe la discriminación. Las comunidades indígenas son constantemente hostigadas y vejadas por gobiernos provinciales. Y la pregunta indígena permanece abierta. No por ello la violencia tiene que constituirse en una herramienta. La RAM es un grupo minoritario y no representativo que descree de las instituciones y de los valores que constituyen nuestra democracia. A través del dialogo, el consenso y la presencia del Estado es que tenemos que garantizar una solución positiva, que resguarde a los pueblos indígenas de razias y persecuciones y que castigue duramente a quienes optan por el terrorismo.
La Argentina siempre ha demostrado tener una gran capacidad para adaptarse a nuevos desafíos. Necesitamos actuar con rapidez y certeza para evitar que el terrorismo quede impune y para prevenir que este conflicto escale en una tragedia.
Para asistir al CAP pueden hacerse donaciones al alias todos.somos.cap o al CBU 0340263600730058453007.