En el día de ayer, visitamos el Instituto de Enseñanza Superior “Juan B. Justo”, en el barrio de Villa del Parque. Este es un establecimiento escolar en el que se desarrolla desde un jardín maternal hasta un profesorado. La escuela está muy bien inserta en la comunidad, es apreciada por los vecinos y solicitada por las familias.
Nos manifestaron problemas edilicios que nos resultan conocidos y los mismos inconvenientes que otras instituciones tienen con las autoridades. Las filtraciones, ventanas y puertas inutilizadas, instalaciones ineficientes e inseguras, son moneda corriente para el IES “Juan B. Justo”.
A su vez, la obra de construcción de una segunda planta actualmente se encuentra extendida en sus plazos de finalización y empieza a generar inconvenientes. Lo que parecía llegar para resolver un problema de años, terminó por agravarlo.
Respecto a esto, la vice rectora nos manifestó que el servicio de mantenimiento es insuficiente y la falta de previsión con respecto a la obra se hace insostenible. También nos comentó que el arquitecto supervisor de la obra por parte del Ministerio de Educación, no le contesta el teléfono y para ella se hace imposible contactarse con las oficinas de Infraestructura Escolar. La escuela se siente abandonada por el Estado.
La Defensoría del Pueblo viene asistiendo al establecimiento hace tiempo con este problema: se logró una supervisor de la infraestructura, se hicieron presentaciones a la Dirección de Infraestructura Escolar y al Ministerio de Educación, pero todavía no hay respuesta alguna.
Una vez más, la falta de planificación y la desidia en educación, repercute directamente en la calidad educativa y en el empoderamiento de los equipos docentes y directivos de las escuelas porteñas. El IES “Juan B. Justo”, como la mayoría de los establecimientos de la capital, necesitan una respuesta urgente.
