Visité la escuela Benjamín Zorrilla del barrio de Flores. Esta visita se enmarca en una serie de recorridas que estoy realizando a distitnas escuelas y hospitales porteños para brindarles herramientas de denuncia y trabajar en conjunto a fin de solucionar problemas con los que estas instituciones sufren a diario.
Actualmente esta escuela no cuenta con gas ni con un sistema de alarmas contra incendios o robos. Los problemas de seguridad se han hecho presentes en repetidas ocasiones. A los directivos de la escuela se le han prometidos obras que nunca han comenzado y cada día se vuelven más urgentes. Cada vez que llueve el agua se filtra por los techos y eso ha generado el deterioro del edificio e incluso de un piano.
Los problemas que sufre esta escuela son parte de una situación de virtual abandono que sufren las escuelas porteñas. Por momentos da la sensación de que no hay nada ni nadie que se responsabilice por el estado y las condiciones de la escuela, más allá de sus directivos, que no cuentan con los recursos para devolverle las condiciones que merece.